Club gastronómico cuyo fin principal es acudir a degustar los menús de los mejores restaurantes de Guipúzcoa y si se tercia de otros lugares. Además se añadiran en este blog fotos y artículos relacionados con la gastronomía
jueves, 19 de diciembre de 2013
La mejor carne del mundo
La mejor carne del mundo, el desdén leonés y un capricho de 84 euros
No, no creas que los mapas de Apple vuelven a fallar cuando sitúan la Bodega El Capricho en una diminuta localidad de la provincia de León: efectivamente la mejor carne roja del mundo se prepara en Jiménez de Jamuz
Sí, señores, resulta que la revista Time y The Guardian, entre otras muchas publicaciones, han llegado a la conclusión de que en Jiménez de Jamuz el visionario José Gordón ha conseguido encontrar ese punto exacto de maceración que hace que su carne de buey sea la más sabrosa y aclamada de todo el globo terraqueo. Así que, aunque sea por una sola vez, voy a dejar de lado el desdén leonés con el que solemos restar valor en mi tierra a nuestras cualidades y voy a presumir de ‘paisano’.
Todo comenzó este verano, cuando alguien en Madrid me comentó de forma socarrona cómo había probado la mejor carne del mundo en León. “¿En León?”, pregunté yo con incredulidad y excitación.“¿Estás completamente seguro?”. Todo parecía muy confuso hasta que comencé indagar a través de internet y corroboré una historia que, aunque a priori parecía totalmente novedosa, con el tiempo comprendí que era un secreto a voces perfectamente desdeñado y ocultado por mis amistades durante años (aún sigo sin entender con qué intención).
A partir de entonces, y a raíz de mi visita a este establecimiento, parece que todos los leoneses con los que comentaba el asunto se empeñaban en quitarle importancia a mi descubrimiento con frases como “ah, yo he estado varias veces”, “mi hermano tuvo la comida de Navidad allí” o “siempre que quiero cerrar un trato llevo a mis clientes a la bodega”. Repito, ¿por qué nunca nadie se había molestado en hablarme de este lugar? Y no ya por la profesión que practico, sino porque cualquiera que me conozca lo más mínimo sabe que yo nunca menosprecio una buena recomendación siempre que tenga que ver con comida.
Cuestiones personales a un lado, el caso es que realmente la chuleta está deliciosa. Su textura de mantequilla nada tiene que ver con la tosca y típica carne de buey (si es que lo es, ya que la mitad de las veces se trata de ‘vaca vieja’) que se empeñan en ofrecer en algunos restaurantes sin escrúpulos ni profesionalidad.
El ritual es sencillo. Primero, la camarera se acerca a tu mesa y amablemente te ofrece una pieza en crudo (la mía era de un kilo y doscientos gramos). Una vez que aceptas, se la llevan a la parrilla para que la brasa haga el resto del trabajo (para llegar a la bodega has de acceder por la cocina, donde las gigantes piezas de costillar esperan su turno para llegar al plato, así que si eres muy aprensivo mejor mira para otro lado).
Tras veinte necesarios minutos, si tienes suerte (yo la tuve), el propio José Gordón se encargará personalmente de trinchar tu chuleta y colocarla sobre un plato de barro untado con su propia grasa. No sientas vergüenza si la carne al punto te da pavor, de forma natural y sin miradas altivas te ofrecerán una piedra donde pasar un poco más los trozos. Si aceptas un consejo de alguien que toma los filetes como suelas de zapatillas, sé valiente y pruébala tal y como te la sirvan, no sangra y su tono parduzco nada tiene que ver con ese color sonrosado estilo 'Halloween' tan apreciado por los expertos carnívoro
Las posibilidades de carta en El Capricho son muy variadas, su carne de buey nacional es excelente (desde 68€ el kilo), pero destaca sobremanera su Chuleta de buey Washugyu Oregón sin hueso (esta te costará unos 154€ el kilo). Puede que comer uno de estos chuletones realmente se convierta en todo un capricho –el mío fue de 84€ la chuleta–, pero, si no estás para tirar la casa por la ventana, su menú Crisis incluye cecina de buey, tortilla guisada, ensalada, carne de buey a la piedra (delantero), postre, bebida y café por 20€ por persona.
No te olvides de visitar su página web, en ella José Gordón anuncia los ejemplares de buey que ha conseguido localizar con paciencia y tesón (la mitad del tiempo recorre el norte de España en su búsqueda). Además, este mes de febrero, como extra, invitan a degustar cualquiera de los menús incluidos en las XI Jornadas de exaltación de las carnes de buey. Sirvan como ejemplo de los platos suculentos con los que darse un festín el Tataki de cadera, la Torrija caramelizada con lengua curada, cítricos y azahar o la Terrina de foie, lengua y morcillo con manzana reineta caramelizada y bouquet de ensalada con vinagreta de mango (desde 60€).
Guía Michelín
Nuevas Estrellas Michelin 2014 España: Diverxo, El Portal de Echaurren, M.B….
Nuevas Estrellas Michelin 2014 España: Diverxo, El Portal de Echaurren, M.B., Monastrell, L’Angle, 41º, Tickets, Gaig, Zaranda, La Botica de Matapozuelos, Alejandro, El Poblet, Cal Paradís, Les Moles, Árbore da Veira, La Salgar, Malena, La Casa del Carmen, Arbidel, L’Ó, Tierra, Hospedería El Batán y BonAmb.
Muchas apuestas y sueños han vuelto a caer en saco roto, se esperaban más triestrellados en la edición de 2014 de la Guía Michelin de España, también en consenso por parte de profesionales y apasionados del mundo gastronómico, pero no somos inspectores de la guía roja… véase el Restaurante Santceloni de Óscar Velasco, el Restaurante Mugaritz de Andoni Luis Aduriz, Calima de Dani García, Ramón Freixa, Les Cols de Fina Puigdevall, Ábac de Jordi Cruz…
En fin, al fin Madrid tiene un restaurante con tres estrellas Michelin y es el Restaurante Diverxo de David Muñoz, propietario también de StreetXO en Madrid y próximamente de un nuevo restaurante en Londres.
Por lo tanto, sin pérdida de estrellas de las obtenidas en años anteriores, la lista de los restaurantes con tres estrellas Michelin en España para el ejercicio de 2014 es la siguiente:
El Celler de Can Roca de los Jordi, Josep y Joan Roca (Girona), Restaurante Martín Berasategui de Martín Berasategui (San Sebastián), Restaurante Sant Pau de Carme Ruscalleda (San Pol de Mar), Restaurante Akelarre de Pedro Subijana (San Sebastián), Restaurante Arzak de Juan Mari Arzak (San Sebastián), Restaurante Quique Dacosta de Quique Dacosta (Dénia), Restaurante Azurmendi de Eneko Atxa (Larrabetzu) y Restaurante Diverxo de David Muñoz (Madrid).Vamos con las novedades en la categoría de dos estrellas Michelin, también son pocas, sólo dos restaurantes son los que obtienen su segunda estrella en la edición 2014 de la guía roja: El Portal del Echaurren de Francis Paniego (Ezcaray – La Rioja), y M.B. de Martín Berasategui (Guía de Isora – Santa Cruz de Tenerife). En la misma categoría sólo hay una supresión y es por cierre del establecimiento, hablamos del restaurante Can Fabes del fallecido Santi Santamaría.
Veamos entonces la lista completa de los restaurantes con dos estrellas Michelin de España 2014:
Restaurante Mugaritz de Andoni Luis Aduriz, Restaurante Miramar de Paco Pérez, Restaurante Club Allard (recordemos que Diego Guerrero dejó el restaurante el mes pasado), Restaurante Les Cols de Fina Puigdevall y Pere Planagumà, La Terraza del Casino de Paco Roncero, Restaurante Sant Celoni de Óscar Velasco, Casa Marcial de Nacho Manzano, Restaurante Ramón Freixa Madrid de Ramón Freixa, Restaurante Calima de Dani García, Restaurante Lasarte de Martín Berasategui, Restaurante Sergi Arola Gastro de Sergi Arola, Restaurante Àbac de Jordi Cruz, Restaurante Atrio de Toño Pérez, Restaurante Enoteca (Hotel Arts) de Paco Pérez, Restaurante Moments de Raül Balam y Carme Ruscalleda, El Portal del Echaurren de Francis Paniego y M.B. de Martín Berasategui.
Quizá se podría denominar una lluvia de estrellas las que se otorgan a nuevos restaurantes con este reconocimiento, la Guía Michelin de España y Portugal ha otorgado nada menos que 20 estrellas Michelin repartidas entre 20 restaurantes de España y dos estrellas Michelin a dos restaurantes de Portugal. Recordemos que el año pasado fueron 16 los restaurantes de nuestro país que recibieron su primera estrella, el total de galardones fue de 20, sumando las tres categorías, este año el total no asciende mucho más, son 23 nuevas distinciones.
Pero sin más demora, pues posteriormente tendremos más tiempo de hablar, opinar y debatir sobre este tema, vamos a ver qué restaurantes reciben la primer estrella Michelin, en algunos casos podréis contemplar que aparecen restaurantes anteriormente reconocidos con ‘el macarrón de la Michelin’, lo que sucede es que el establecimiento ha cambiado de ubicación, por lo tanto, ¿son nuevos restaurantes con una estrella?, muchos pensaremos que no, por lo que la cifra total de estrellas Michelin otorgadas en España para 2014 se reduce de 23 a 20, las mismas que el año pasado.
Mantienen la estrella Michelin los restaurantes Zaranda (Capdellá/Calviá – Mallorca), Gaig (Barcelona) y L’Angle (Barcelona). Pierden la estrella Michelin por cierre el Restaurante Paco Morales (Bocairent), por cambio de estilo del establecimiento Casa Marcelo (Santiago) y por cambio de ubicación al cierre de la edición de la guía el Restaurante Villena (Segovia). En Portugal, se suprime la estrella del restaurante Sâo Gabriel (Almancil – Faro).
En cualquier caso, hay varias sorpresas en los nuevos restaurantes con una estrella Michelin, son los siguientes (incluyendo los mencionados por cambio de ubicación):
Restaurante Monastrell de María José San Román (Alicante), L’Angle de Jordi Cruz (Barcelona), 41º de Albert Adrià (Barcelona), Gaig de Carles Gaig (Barcelona), Tickets de Albert Adrià (Barcelona), Zaranda de Fernando Pérez Arellano (Mallorca), La Botica de Miguel Ángel de la Cruz (Matapozuelos – Valladolid), Alejandro de Alejandro Sánchez (Roquetas de Mar – Almería), El Poblet de Quique Dacosta, Germán Carrizo y Carito Lourenço (Valencia), Cal Paradís de Miquel Barrera (Castellón), Les Moles de Jeroni Castell (Ulldecona – Tarragona), Árbore da Veira (A Coruña), La Salgar (Gijón – Asturias), Malena (Gimenells – Lleida), La Casa del Carmen (Olías del Rey – Toledo), Arbidel (Ribadesella – Asturias), L’Ó (Sant Frutiós de Bages – Barcelona), Tierra (Torrico / Valdepalacios – Toledo), Hospedería El Batán (Tramacastilla – Teruel) y BonAmb (Xàbia – Alicante).En Portugal, los nuevos restaurantes con una estrella Michelin son Eleven (Lisboa) y L’And Vineyards (Montemor-o-Novo – Évora).
Tres de los cinco nominados en 2013 han conseguido la estrella este año, pronto os comunicaremos cuáles son los nominados a la primera estrella Michelin de 2014, sin duda, es un aliciente para trabajar durante todo el año por mantener o elevar el nivel gastronómico del restaurante, para alzarse con el reconocimiento de la guía roja, si es lo que desean.
No nos queda más, de momento, que felicitar a todos los cocineros y familia (equipo del restaurante) que han recibido el reconocimiento de la Guía Michelin de España y Portugal 2014, y por supuesto, también a quien no lo ha recibido pero continúa haciendo felices a quienes nos sentamos en su mesa. ¡Felicidades y gracias!
Exito del pequeño de los Adriá
Albert Adrià, Chef Internacional del Año 2013
El cocinero Albert Adrià ha sido nombrado Chef Internacional del Año 2013 por la revista culinaria digital The Daily Meal, quienes explican que observando el paisaje culinario mundial, encuentran a un chef en España que sobresale del resto. No hay duda de que como cocinero (aunque dice que ahora apenas cocina), creativo y empresario tiene un don especial, pero en The Daily Meal además valoran su persona, saben que no sólo es un cocinero admirado, también es querido, igual que su hermano, Ferrán Adrià.Y quizá, igual que sucediera con Ferràn, Albert Adrià recibirá los mayores elogios, premios y reconocimientos en otros países antes que en el propio. Recordemos que la Guía Michelin España y Portugal 2014 otorgó la primera estrella Michelin para Tickets y para 41º, dos de los establecimientos que dirige Albert Adrià, los más antiguos. La revista Time lo nombró uno de los 13 Dioses de la Alimentación. Albert Adrià es Chef Internacional del Año 2013 según The Daily Mail, y esto es sólo el comienzo.
Vitoria Capital de la Gastronomia
Siete imprescindibles de la nueva Capital de la Gastronomía
Vitoria, Green hace dos años, tiene ahora doce meses para convencer con sus bondades culinarias. Repasamos las principales
Vitoria vuelve a tener un apellido ilustre. No hace mucho, solo dos años, se convirtió en la Capital Verde Europea y la ciudad sacó todo lo verde que tenía tras de sí, que era mucho, y el reconocimiento de la UE le sirvió para atraer turismo, ganar en confianza y dinamizar una población que arrastra consigo una inmerecida fama de aburrida y de que nunca pasa nada. Pasaron muchas cosas en aquel 2012 y pasarán también este próximo 2014, cuando la ciudad llevará otro apellido rimbombante: Capital Española de la Gastronomía. Logró la designación este martes en pugna con otras tres candidatas, Huesca, Valencia y Sant Carles de la Rápita, en Tarragona. Vitoria sucede en el reciente trono a Logroño y Burgos y las instituciones locales, y también el Gobierno vasco, que contribuirá económicamente, pondrán toda la carne en el asador para que sirva para difundir la marca Euskadi, para atraer visitantes y para echar un capote al sector servicios, maltratado también por una crisis que no está dejando títere con cabeza.
Vitoria tiene ahora que elaborar el menú de su programación para su reinado 'gastro', pero mientras tanto se puede revisar lo que tiene que ofrecer en esta materia una capital que siempre merece una visita. Pintxos, mesa y mantel, productos y ferias dan lustre a una ciudad en la que se come y se bebe de fábula.
Las estrellas
Solo hay una, y esa es la pena del sector de la hostelería de alta cocina de la ciudad. El Restaurante Zaldiaran, con Gonzalo Antón en la gerencia y Patxi Eceiza a los fogones, es el único de la ciudad que puede lucir una estrella Michelin. El Restaurante Ikea la tuvo, pero se le retiró tras la jubilación del chef y ahora pelea por conseguirla de nuevo. Son quizá las dos puntas de lanza de la cocina creativa de la ciudad, que alcanza en sus salones el máximo nivel. Pero la nómina de buenos restaurantes es mucho más amplia: El Clarete, Ciudad de Vitoria, Andere, Arkupe, Felipe, Chispial, MarmitaCo, Jardines de Uleta, Caserón, La Huerta, Dolomiti, L'Oliva, Izartza, Portalón, Etxe Zaharra, Borda Berri, Armentegi, La Sidre... son, cada uno en su especialidad, apuestas seguras en una ciudad donde le será fácil encontrar una buena mesa.
Cocina en miniatura
El pintxo, la tapa, el bocado pequeño es ya una corriente imparable, hasta el punto de que algunos restaurantes con cierto renombre en la ciudad como Sagartoki o La Cocina de Plágaro han decidido cambiar de rumbo y dedicarse casi en exclusiva a los pintxos y a las raciones. Cualquier zona es buena ya para salir a degustar estos pequeños platos. Al Ensanche, con sus barras repletas de pintxos clásicos en el Saburdi, Dólar, JG o Taberna le han salido competidores de postín en el Casco Medieval (en la calle Correría y aledañas, con el Erkiaga, Toloño o Malquerida a la cabeza), en otras zonas céntricas, como la calle Gorbea, y hasta en los nuevos barrios de expansión, Salburua y Zabalgana, donde locales de diseño y público joven conviven en una excelente mezcla. El concurso de pintxos de Álava y la semana de la cazuelita son algunos eventos en los que los bares se llenan de tapas creativas y de clientes encantados de consumirlas, a pesar de su cada vez más elevado precio (sobre 2,50 euros la unidad).
Pintxo pote
Agregado a lo anterior, ha triunfado en Vitoria el concepto del pintxo-pote: una costumbre adherida a la noche de los jueves en las que se ofrecen vinos y pequeñas tapas por una cantidad módica, que ronda el euro. Cada vez es más multitudinario en zonas como la calle Gorbea, pero también se ha extendido por toda la ciudad.
Las delicatessen
Tampoco corren buenos tiempos para los pequeños comercios que han pretendido especializarse en los bocados de calidad. Algunos ultramarinos históricos, como Basterra en la misma plaza de la Virgen Blanca, han tenido que echar la persiana al no encontrar relevo generacional que se embarque en mantener el nivel culinario en un momento en el que hay que mirar el precio más que nunca, pero aún se mantiene un ramillete de pequeños establecimientos con la calidad del producto por bandera. En el Casco Medieval, Victofer es un clásico en la Cuchillería y Corre 34, en la Correría, ofrece un surtido de quesos, pasta, aceites, galletas y conservas como pocos. En Zabalgana, La Blanca también se esfuerza por lograr producto de calidad.
El vino
A pesar de la cercanía de Rioja Alavesa, Vitoria ha sido una ciudad a la que le ha costado creerse que podía convertirse en la capital del vino. Ahora lo intenta más que nunca, con la recuperación de una feria, Ardoraba, que en el puente de la Constitución atrae a decenas de miles de visitantes a las carpas, distribuidas por la ciudad, en las que se despachan caldos de la tierra en un ambiente de fiesta. Este año ha sido un éxito rotundo, de manera que se puede sospechar que el próximo lo será aún más. Rioja Alavesa posee algunos de los mejores vinos de España y del mundo, en opinión de los grandes críticos: The Wine Advocate, la revista del gurú Robert Parker, designó hace unos meses a un Luis Cañas Crianza como el mejor vino del mundo en relación calidad-precio.
Gastronomía en todos los eventos
El jurado que ha declarado a Vitoria como Capital Española de la Gastronomía 2014 ha tenido muy en cuenta el grado de inmersión de todo lo relacionado con la comida en los festivales culturales tradicionales, como el de Jazz, que da pie a pintxos y rutas, o el de Televisión, que este año acogió el estreno de Top Chef con pintxos elaborados por Alberto Chicote, Ángel León y Susi Díaz en una decena de bares de la ciudad. Punto y aparte es el certamen de alta cocina que de forma intermitente ha celebrado el restaurante Zaldiaran, en el que estalló hace décadas la Nueva Cocina Vasca de los Arzak, Subijana y Arbelaitz, y que en las ediciones que ha podido organizar recientemente ha dado paso por la ciudad a los más afamados cocineros del continente, desde el danés Redzepi a todos los triestrellados españoles o el italiano Massimo Bottura.
Los productos
Vitoria tiene bastante terreno agrícola en las juntas administrativas pertenecientes al municipio. En ellas, y en los campos de las localidades adyacentes de la Llanada Alavesa, se cultiva cereal y patata con altísimo nivel, hasta el punto de suministrar materia prima a grandes transformadores, ya sean fábricas de cerveza o multinacionales de patatas chips. Pero el producto alavés es mucho más amplio, y buscará su hueco en la celebración de la Vitoria Gastronómica: la alubia pinta, la sal de Añana, el aceite de oliva de la variedad arróniz, la trufa negra, la miel del Gorbea o las setas de la zona norte del territorio darán lustre a los actos de la capital.
Vitoria vuelve a tener un apellido ilustre. No hace mucho, solo dos años, se convirtió en la Capital Verde Europea y la ciudad sacó todo lo verde que tenía tras de sí, que era mucho, y el reconocimiento de la UE le sirvió para atraer turismo, ganar en confianza y dinamizar una población que arrastra consigo una inmerecida fama de aburrida y de que nunca pasa nada. Pasaron muchas cosas en aquel 2012 y pasarán también este próximo 2014, cuando la ciudad llevará otro apellido rimbombante: Capital Española de la Gastronomía. Logró la designación este martes en pugna con otras tres candidatas, Huesca, Valencia y Sant Carles de la Rápita, en Tarragona. Vitoria sucede en el reciente trono a Logroño y Burgos y las instituciones locales, y también el Gobierno vasco, que contribuirá económicamente, pondrán toda la carne en el asador para que sirva para difundir la marca Euskadi, para atraer visitantes y para echar un capote al sector servicios, maltratado también por una crisis que no está dejando títere con cabeza.
Vitoria tiene ahora que elaborar el menú de su programación para su reinado 'gastro', pero mientras tanto se puede revisar lo que tiene que ofrecer en esta materia una capital que siempre merece una visita. Pintxos, mesa y mantel, productos y ferias dan lustre a una ciudad en la que se come y se bebe de fábula.
Las estrellas
Solo hay una, y esa es la pena del sector de la hostelería de alta cocina de la ciudad. El Restaurante Zaldiaran, con Gonzalo Antón en la gerencia y Patxi Eceiza a los fogones, es el único de la ciudad que puede lucir una estrella Michelin. El Restaurante Ikea la tuvo, pero se le retiró tras la jubilación del chef y ahora pelea por conseguirla de nuevo. Son quizá las dos puntas de lanza de la cocina creativa de la ciudad, que alcanza en sus salones el máximo nivel. Pero la nómina de buenos restaurantes es mucho más amplia: El Clarete, Ciudad de Vitoria, Andere, Arkupe, Felipe, Chispial, MarmitaCo, Jardines de Uleta, Caserón, La Huerta, Dolomiti, L'Oliva, Izartza, Portalón, Etxe Zaharra, Borda Berri, Armentegi, La Sidre... son, cada uno en su especialidad, apuestas seguras en una ciudad donde le será fácil encontrar una buena mesa.
Cocina en miniatura
El pintxo, la tapa, el bocado pequeño es ya una corriente imparable, hasta el punto de que algunos restaurantes con cierto renombre en la ciudad como Sagartoki o La Cocina de Plágaro han decidido cambiar de rumbo y dedicarse casi en exclusiva a los pintxos y a las raciones. Cualquier zona es buena ya para salir a degustar estos pequeños platos. Al Ensanche, con sus barras repletas de pintxos clásicos en el Saburdi, Dólar, JG o Taberna le han salido competidores de postín en el Casco Medieval (en la calle Correría y aledañas, con el Erkiaga, Toloño o Malquerida a la cabeza), en otras zonas céntricas, como la calle Gorbea, y hasta en los nuevos barrios de expansión, Salburua y Zabalgana, donde locales de diseño y público joven conviven en una excelente mezcla. El concurso de pintxos de Álava y la semana de la cazuelita son algunos eventos en los que los bares se llenan de tapas creativas y de clientes encantados de consumirlas, a pesar de su cada vez más elevado precio (sobre 2,50 euros la unidad).
Pintxo pote
Agregado a lo anterior, ha triunfado en Vitoria el concepto del pintxo-pote: una costumbre adherida a la noche de los jueves en las que se ofrecen vinos y pequeñas tapas por una cantidad módica, que ronda el euro. Cada vez es más multitudinario en zonas como la calle Gorbea, pero también se ha extendido por toda la ciudad.
Las delicatessen
Tampoco corren buenos tiempos para los pequeños comercios que han pretendido especializarse en los bocados de calidad. Algunos ultramarinos históricos, como Basterra en la misma plaza de la Virgen Blanca, han tenido que echar la persiana al no encontrar relevo generacional que se embarque en mantener el nivel culinario en un momento en el que hay que mirar el precio más que nunca, pero aún se mantiene un ramillete de pequeños establecimientos con la calidad del producto por bandera. En el Casco Medieval, Victofer es un clásico en la Cuchillería y Corre 34, en la Correría, ofrece un surtido de quesos, pasta, aceites, galletas y conservas como pocos. En Zabalgana, La Blanca también se esfuerza por lograr producto de calidad.
El vino
A pesar de la cercanía de Rioja Alavesa, Vitoria ha sido una ciudad a la que le ha costado creerse que podía convertirse en la capital del vino. Ahora lo intenta más que nunca, con la recuperación de una feria, Ardoraba, que en el puente de la Constitución atrae a decenas de miles de visitantes a las carpas, distribuidas por la ciudad, en las que se despachan caldos de la tierra en un ambiente de fiesta. Este año ha sido un éxito rotundo, de manera que se puede sospechar que el próximo lo será aún más. Rioja Alavesa posee algunos de los mejores vinos de España y del mundo, en opinión de los grandes críticos: The Wine Advocate, la revista del gurú Robert Parker, designó hace unos meses a un Luis Cañas Crianza como el mejor vino del mundo en relación calidad-precio.
Gastronomía en todos los eventos
El jurado que ha declarado a Vitoria como Capital Española de la Gastronomía 2014 ha tenido muy en cuenta el grado de inmersión de todo lo relacionado con la comida en los festivales culturales tradicionales, como el de Jazz, que da pie a pintxos y rutas, o el de Televisión, que este año acogió el estreno de Top Chef con pintxos elaborados por Alberto Chicote, Ángel León y Susi Díaz en una decena de bares de la ciudad. Punto y aparte es el certamen de alta cocina que de forma intermitente ha celebrado el restaurante Zaldiaran, en el que estalló hace décadas la Nueva Cocina Vasca de los Arzak, Subijana y Arbelaitz, y que en las ediciones que ha podido organizar recientemente ha dado paso por la ciudad a los más afamados cocineros del continente, desde el danés Redzepi a todos los triestrellados españoles o el italiano Massimo Bottura.
Los productos
Vitoria tiene bastante terreno agrícola en las juntas administrativas pertenecientes al municipio. En ellas, y en los campos de las localidades adyacentes de la Llanada Alavesa, se cultiva cereal y patata con altísimo nivel, hasta el punto de suministrar materia prima a grandes transformadores, ya sean fábricas de cerveza o multinacionales de patatas chips. Pero el producto alavés es mucho más amplio, y buscará su hueco en la celebración de la Vitoria Gastronómica: la alubia pinta, la sal de Añana, el aceite de oliva de la variedad arróniz, la trufa negra, la miel del Gorbea o las setas de la zona norte del territorio darán lustre a los actos de la capital.
jueves, 5 de diciembre de 2013
Los mejores churros de Madrid
Artículo extraído de El Cocinero Fiel
¡Hola! La verdad es que el nivel es muy bueno. Especialmente si lo comparamos con ciudades como Tarragona, donde no hay ningún sitio en el que disfrutar de unos buenos churros. Son todos o congelados o de churrerías móviles.
Me dejé algunas buenas por visitar, pero siempre hay tiempo para volver. Recordad que valoro muchas cosas, es una experiencia en conjunto. Por ejemplo, a mi me resultó muy interesante la visita a La Cocktelera sobre las seis de la mañana, pero claro, no a todo el mundo le interesan las mismas cosas que a mi.
¿Variaría el resultado en una cata ciega? Evidentemente. Insisto, valor muchas cosas. A ver qué os parece.
LOS MEJORES CHURROS CON CHOCOLATE DE MADRID
Escrito el 5 de diciembre de 2013 por El Cocinero Fiel
Me dejé algunas buenas por visitar, pero siempre hay tiempo para volver. Recordad que valoro muchas cosas, es una experiencia en conjunto. Por ejemplo, a mi me resultó muy interesante la visita a La Cocktelera sobre las seis de la mañana, pero claro, no a todo el mundo le interesan las mismas cosas que a mi.
¿Variaría el resultado en una cata ciega? Evidentemente. Insisto, valor muchas cosas. A ver qué os parece.
Nº5 La Andaluza. C/ Hernani, 10
Es un local muy pequeño, cerca de Cuatro Caminos. Sólo hay una barra semicircular, así que es para tomar algo rápido. Fui a las doce del mediodía pasadas, ya no es hora de churros y había un contante entrar y salir de clientes, por lo que comentaban, todos habituales. La sensación es que es una churrería de barrio. Aconsejo pedir lo que acabe de salir, ya sean porras, churros o buñuelos. Los churros son en forma de lazo, grandes y crujientes y el chocolate lo sirven en vaso de cristal, es bastante dulce, pero lo sirven con un azucarillo. El precio es excelente, 2,00 € la ración.Nº4 Siglo XIX. Avda. Albufera, 270
Me encantó el ambiente. Es ese tipo de locales que, al entrar, alguien tras la barra grita: “¡Buenos días caballero!”. Son bastante rápidos. El local tiene dos pisos, así que, aunque esté a tope la planta baja, puedes encontrar una mesa en la planta superior. Los churros son, como todos, muy crujientes, en forma de lazo y el chocolate suave. (2,60€)Nº3 San Ginés. Pasadizo de San Ginés, 5
Es el sitio que más me han recomendado y no me extraña. Abre 24 horas y siempre hay gente. Fui a las cinco y media de la mañana para comprobarlo y me quedé impresionado. La gente estaba “de vuelta” de fiesta, así que os podéis imaginar el ambiente. Son muy ágiles y saben atender a esas horas. Los churros son alargados, finos, crujientes, bien fritos y el chocolate es bastante líquido, negro, poco dulce y con un punto amargo muy rico. La ración está a 3,80€.Nº2 La Antigua. C/Bravo Murillo, 190
Un histórico de la ciudad. Es un local alargado, con bastantes mesas. Con fotos históricas de los fundadores en plena acción. El trato es muy amable y hay buen ambiente. Los churros son también en forma de lazo, están poco fritos, pero nada crudos, dado que casi no tienen “miga”. El chocolate es negro, espeso y dulce. La ración con chocolate esta a 2,55€.Nº 1 La Cocktelera, C/ Alcalá, 420
Llegué poco después de las seis de la mañana, así que el ambiente era algo raro. El taxista que me llevó me dijo que era un sitio complicado, pero no me dio esa sensación al llegar. Olía fuerte a frito, eso sí. Los churros son finos y crujientes, no muy fritos, son poco sabrosos pero combinan muy bien con el chocolate, que es muy negro, con poca leche y no muy espeso. Excelente precio, a esas horas pagué 2,10€.La Madrileña. C/ Costa Rica, 15
Cuando llegué debían ser algo más de las seis. Ya os podéis imaginar el ambiente, aunque hay que tener en cuenta que es una cafetería clásica, con camareros serios con camisa y chaleco. Son serviciales como sólo lo son en Madrid. Los churros excelentes, bien fritos, finos y en forma de lazo. El chocolate bastante dulce y muy lácteo. Incluso a esas horas, se va un poco de precio 5,12€.Chocolatería Valor
Fue uno de los sitios con más recomendaciones. Me resistía porque no soy muy de franquicia, pero con tanta recomendación… Tienen la combinación más original. Los churros están entre una porra y un churro. Son tiras alargadas y cilíndricas, sin las típicas ranuras. Así que la masa queda más esponjosa y con bastante miga. El chocolate también tiene un punto original, espeso y con un toque avainillado. La ración está a 4,30€.
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